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Y un día desperté y conmigo todas aquellas sensaciones dormidas tantos años dentro de mi… Por fin era feliz, por fin había  encontrado todo aquello que anhelaba, podía respirar y decir que si… que ahora realmente me sentía la  mujer Dominante que había estado tantos años en la oscuridad y de relación en relación D/s  fallidas…aquella oscuridad  que después guiaría cada uno de mis fallos y me ayudaría a superar todos los errores pasados…


Era mi primera vez con ella… mi primera vez como Dominante, estaba completamente segura de que todo iba a salir bien, tan solo mirar sus ojos y el gesto de agachar la mirada ante mi hizo que me sintiera mas segura de los pasos que tenia que dar….ante todo quería que ella estuviera tranquila y relajada entre mis manos…


Me acerqué  sonriéndola…levante su cara con mis dedos, su piel era blanca, suave… su mirada era tierna y tímida, pase mis dedos por su mejilla y  baje mis labios besándola levemente., todo ira bien…. Tranquila pequeña.


Ella esbozo una tímida  sonrisa y volvió a bajar su mirada… gesto que me hizo volver a sonreír…


Me puse detrás de ella indicándole con la mano que tenía que arrodillarse,  inclino sus piernas y se puso de rodillas de espaldas a mi sin mirarme en un solo momento, pase mis dedos por su pelo acariciándolo, note como su piel se estremecía con mi tacto, aparte su pelo cuidadosamente.


Las yemas de mis dedos recorrían su cuello de un lado a otro, me aparte un momento de ella y me dirigí al armario que había a mi izquierda,  saque de dentro un collar y una cadena  volví donde estaba la pequeña arrodillada.


Me quedo mirando su cuerpo arrodillado y desnudo ante mi, era preciosa…su pelo lucia cayéndole hasta llegar a una altura de los hombros, acercándome a ella volví apartar su pelo y puse en el cuello un collar de color marrón oscuro, en la parte derecha tenia una chapa de plata con su nombre y mis iniciales “Aks” que portaría en ese momento y lo que el destino quisiera que esta relación durase.

 

Pasé el cierre de la cadena con la arandela del collar, la cadena media un metro mas o menos, me gustaba que fuera larga para poder manejarla mejor por la habitación, sintiéndola atada…atada a mi, enrolle el trozo de cadena que colgaba en mi mano derecha dando un pequeño tirón hacia atrás, ella se movió al notar aquel tirón… giro su cabeza y mirándome un leve segundo volvió agacharla.
 

Tiré de su correa y empecé a pasearla por la habitación, me gustaba verla andando, me excitaba tirar de ella a mi voluntad y ver como se humillaba ante mi, humillación de la cual ella disfrutaba tanto como yo.
 

Me quedé quieta y ella para al mismo tiempo que yo, seguía sin mirarme a la cara, con su cabeza mirando todo el rato hacia el suelo, deje caer la cadena de mi mano y sonó en el suelo de la habitación, Quédate quieta, le dije con un tono rotundo y dulce, me dirigí a la ventana de la habitación dándole la espalda, note como me estaba mirando y me gire de golpe, cosa que hizo que ella volviese a bajar su rostro, sin hacerle el mas mínimo caso me quede mirando por la ventana un rato,  estaba lloviendo y había bastante niebla, mire mi reloj de pulsera, eran tan solo las 6 de la tarde y estaba todo el cielo oscuro, Mmmm, va a llover, pensé para mi.


Ven aquí, le dije con tono seco, la cachorra se levanto del suelo y se dirigió hacia mi, baja la persiana y después te pondrás en el borde de la cama, con tus rodillas clavadas en el suelo y tus manos apoyadas en el borde del colchón.


Si Mi Señora, murmuró con un tono tan dulce como su mirada, me fascinaba su ternura y su saber estar, se dirigió hacia la manivela de la ventana y empezó a moverla en circulo, la persiana bajaba lentamente dejando tan solo la luz de las velas que había por toda la habitación, se dio la vuelta acercándose al borde de la cama se inclino y arrodillo de nuevo  dejando sus manos apoyadas en el borde del colchón como le había indicado.


Saqué de uno de los cajones algunas cosas dejándolas delante de sus manos, quería que las viera, notara la sensación de tenerlas cerca y no poder tocarlas, el gesto de su cara me indico que estaba excitada y a la vez nerviosa.


No la juzgaba, para mi también era difícil, era mi primera vez y tenia que dar los pasos con muchísimo cuidado para que ella se sintiera libre entre mis manos


Continuará…


Akissa
 

Ese gran día (Parte I )

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